Herramientas:
- Rotulador/bolígrafo indeleble de punta fina y preferiblemente negro o color oscuro
- Hoja de papel, cinta aislante blanca
- Tijeras
- Destornillador de punta estrella
Tiempo estimado de realización: Aproximadamente 20 minutos.
Consejos: Realización con dos personas, intentar hacer ese proceso sobre una alfombra, a modo que si se diera el caso de caerse alguna de las piezas mas frágiles, esta alfombra amortiguara el golpe. También se recomienda la anotación en una libreta, cada paso, indicando el tornillo, arandela, tuerca… y parte que se va desmontando en cada momento, a modo que cuando empecemos a montar las piezas, no sobren y que cada pieza desmontada sea montada correctamente, y por ultimo prestar mucha atención en la limpieza del espejo continuamente en su manipulación, evitando el polvo que pueda tener, se pueden producir ralladuras que posteriormente producirán reflejos en las ópticas, y si ocurre esto, el espejo ya no se podrá utilizar a no ser que se pula.
Proceso: Montar el tubo óptico en el trípode sin el buscador, apretando bien todas las partes móviles, (ejes de AR y DEC), a modo de poder trabajar mas cómodamente. Ponemos un poco de cinta aislante blanca en el borde del aro de sujeción, y otro trozo en el soporte, al lado del otro trozo de cinta, haciéndolas coincidir, para marcarnos la posición que mantiene el grupo del soporte del espejo respecto al aro de sujeción. Mientras una persona sujeta el tubo óptico, la otra persona aflojara los tornillos A de la fotografía 1. Tener cuidado, ya que cuando se suelte el tercer tornillo, el soporte quedara libre y podrá caerse al suelo.
Una vez suelto el soporte, haremos otra marca, identificando la posición del espejo respecto al soporte. Aflojaremos los tornillos B y quitaremos las arandelas C como indica la fotografía 2 y 3, dejando estas piezas agrupadas de forma independiente y guardando la posición en las que estaban fijadas al soporte con el espejo como muestra la fotografía 3.
Quitamos el espejo del soporte y lo limpiamos de residuos y polvo, para ello lo pondremos debajo de un chorro de agua y con la yema de un dedo sin hacer fuerza, pasamos el dedo sobre el espejo.
Una vez limpio de polvo, lo ponemos boca abajo y sobre un trozo de papel de cocina para quitar las gotas de agua que queden. Cogemos el espejo, soplamos sobre la hoja de papel para limpiar las posibles motas de polvo y otros residuos que puedan dañar el espejo.
Seguidamente colocamos bocabajo el espejo dejándolo apoyado sobre la hoja de papel. Cogemos el rotulador y dibujamos una línea circundando el espejo, con esto logramos hacer una plantilla exacta de la superficie del espejo, como indica la fotografía 4.
Quitamos el espejo y lo dejamos en lugar seguro para que no se nos caiga o se le de algún golpe indeseado, y recortamos la plantilla que hemos dibujado en la hoja de papel, de la forma más precisa posible por la línea trazada.
Una vez tengamos lista la plantilla, la doblamos como muestra la fotografía 5 (paso 1) por la mitad, haciendo coincidir las dos mitades, y después volvemos a doblar esta figura haciendo coincidir las dos puntas obtenidas fotografía 5 (paso2). Cogemos las tijeras y hacemos un corte no muy grande por la esquina o vértice obtenido como muestra la fotografía 5 (paso 3o).
Abrimos la figura y obtenemos la plantilla pero con un agujerito como muestra la fotografía 6. Soplamos sobre la superficie del espejo para quitar el posible polvo que tenga y seguidamente ponemos la plantilla sobre el espejo como muestra la fotografía 7, y cuando tengamos la seguridad, de tener coincidiendo exactamente la plantilla con la superficie del espejo, presionamos levemente con dos dedos la plantilla y marcamos un punto con el rotulador sobre el espejo, teniendo como referencia el agujero que nos muestra la plantilla.
Ahora tenemos ya marcado el espejo como muestra la fotografía 8, quitamos la plantilla
y empezamos a montar las piezas en el orden contrario a como hemos ido desmontando, para ello seguimos las anotaciones que hemos ido tomando en el proceso de desmontaje, teniendo en cuenta dos cosas, la tornillería se aprieta pero no con exceso, ya que podríamos romper o deformar piezas, solo son elementos de unión entre piezas y respetaremos las marcas que hemos ido haciendo para que todo quede como nos llego desde el origen del telescopio.
Hay piezas, que visualmente Fotografía aparecen iguales, pero quizás han tomado forma o vicio y si no respetamos esta posición originaria, respetando estas posiciones, ajustaran como antes de su desmontaje. Ahora ya tenemos listo el telescopio para poder hacer el ajuste de colimación con más precisión, y disfrutar con más detalle, en las sesiones de observación, incluso a realizar esas captaciones fotográficas que tanto nos gusta contemplar después de un largo tiempo de proceso y trabajo.
Espero que os haya sido interesante este método y logréis conseguir, de una forma más sencilla el proceso de marcado del centro de vuestro espejo, ahora no tenéis escusa para lograr una colimación más precisa.
¡¡Un saludo y hasta pronto!!
Autor: David Sáez.