El próximo día 11 de noviembre de 2019, cerca ya de nuestra fecha actual, tendrá
lugar uno de los acontecimientos astronómicos más interesantes del año. Se trata de
un tránsito planetario que sucede a cada pocos años, y transcurrido este, hasta el
2032 no ocurrirá el siguiente.
Un tránsito, sin entrar en muchos matices y tecnicismos, es el paso de un cuerpo por
“delante” de otro mayor. No hay que confundir con los eclipses, puesto que en estos
últimos, los dos cuerpos son, en apariencia, de igual tamaño según nuestra
perspectiva desde la Tierra. Tampoco confundir con una ocultación pues en este
caso, la disposición de los cuerpos sería justo al contrario, el cuerpo de mayor
tamaño estaría más “próximo” a la Tierra y el de menor tamaño pasaría al otro
extremo, (por detrás) y siempre teniendo como punto de referencia la Tierra.
Los tránsitos más comunes, y que se producen más a menudo, tienen lugar en los
planetas gaseosos —como en Júpiter y Saturno— cuando una de sus lunas, en su baile
orbital, transita por delante del planeta, o se oculta tras de él desde nuestra perspectiva terrestre. Incluso en algunas ocasiones, ocurren tránsitos múltiples cuando dos o más de sus lunas coinciden en esos instantes.
El transito del próximo día 11 de noviembre, será de Mercurio por el Sol. Este tipo de
tránsitos se repiten de forma periódica en intervalos de pocos años, y siempre en los
meses de mayo o noviembre debido a la inclinación de la órbita de Mercurio respecto
al Sol y la Tierra.
Dependiendo de la localización del observador desde la Tierra, el tránsito podrá disfrutarse de forma completa, parcial o nula, ya que dura tan solo unas pocas horas en realizar esta trayectoria.
Los únicos tránsitos planetarios que podemos disfrutar desde la Tierra, son de los dos planetas interiores que tenemos: Mercurio y Venus.
Un dato curioso y un tanto peculiar, es que
hace muchos años, los tránsitos planetarios, se
llegaron a confundir cor manchas solares, y de
ahí nace un mito, puesto que el conocimiento
del cosmos y la tecnología no estaban tan
avanzada. ¿Cómo se las apañarían para poder
estudiar el Sol con esa precisión?
Si queremos ser testigos en primera persona de este acontecimiento, disfrutarlo con amigos y familiares, con el fin de guardarlo en el recuerdo, os facilitamos una serie de indicaciones, en forma de consejos y claves, sobre como poder hacerlo reduciendo el riesgo, y lograr disfrutarlo con éxito. La observación se puede realizar de dos formas:
• Mediante instrumentación de forma directa
• De forma indirecta.
Veamos cada una de ellas.
De forma directa, se pueden utilizar prismáticos o un telescopio. Se dice que es directa, porque el ojo lo acercamos al instrumento para poder hacer la observación. Este tipo de observación debe realizarse SIEMPRE con filtros especiales. El tipo de filtro más económico es el de rechazo. Se trata de un filtro que restringe el paso de luz y calor en la entrada de luz del instrumento.
Encontraremos dos tipos: rígido y de tipo lámina.
El de tipo rígido, se compone de una estructura donde va colocado el filtro y consta de un dispositivo fijación a la entrada de luz del instrumento a utilizar. Es más costoso que el de tipo lámina pero también más duradero y resistente.
Los filtros de tipo lámina, hace el mismo efecto que los de tipo rígido, son más económicos, y más polivalentes a la hora de poder utilizarlos en varios instrumentos, incluso se pueden adaptar al gusto haciendo algo de bricolaje astronómico. Este tipo de filtros son menos resistentes y duraderos, pues con el tiempo y el uso se deterioran, pueden aparecer poros, y de tanto manipularlo para poner y quitar en varios instrumentos, lo podemos arañar, agujerear o rajarlo. A diferencia de los de tipo rígido, estos filtros de lámina no tienen dispositivo de fijación, te las tienes que ingeniar para sujetarlo de forma segura a la entrada de luz del instrumento.
Los filtros de tipo lámina, los podemos encontrar para fotografía o visual, aunque los de visual también son válidos para fotografía. Suelen tener tamaño folio o en formato A4, se pueden recortar para darle forma según la necesidad de donde se va a instalar, o incluso para aprovecharlo en varios instrumentos. Al contrario, los filtros rígidos, tienen la dependencia del diámetro del soporte y del margen del sistema de sujeción.
El material del filtro y la calidad de la imagen dependerá de las exigencias y características que se le haya dado por parte del fabricante.
Si la observación es de tipo indirecta, podemos elegir también varios tipos; mediante proyección, la luz entra por el instrumento y proyecta el disco solar sobre una superficie plana, ya sea sobre una cartulina, una pared, una madera o cualquier otro material liso. Dentro de este tipo de observación por proyección, hay un instrumento llamado Solarscope, es económico y seguro, pero muy limitado en cuanto a posibilidades.
El último sistema de observación que indicaremos es mediante cámaras. Se montaría un filtro de rechazo en la entrada de luz y la observación la realizaríamos por un monitor o en una pantalla de televisión.
Las efeméride de un tránsito, suelen darse como los instantes en que se producen los “contactos” entre los discos de ambos astros, el Sol y Mercurio. Se pueden diferenciar cuatro contactos: dos exteriores y dos interiores. También el punto medio del tránsito sobre la superficie, con lo cual podemos diferenciar cinco puntos de referencia del acontecimiento.
Algo muy curioso, es el “efecto gota”. Se trata de la consecuencia de combinar un efecto óptico y atmosférico en el momento de estar ambos discos “tocándose” como se aprecia en la imagen.
Conforme al TU, (Tiempo Universal), mostramos los siguientes apuntes horarios, según irán transcurriendo las efemérides en cada instante:
• INMERSIÓN: Contacto exterior a las 12:35 PM. Contacto interior a las 12:37 PM.
• CENTRO: Instante medio del tránsito a las 15:20 PM.
• EMERSIÓN: Contacto interior a las 18:02 PM. Contacto exterior a las 18:04 PM.
Precauciones
La mejor precaución es utilizar el sentido común. Nombraremos algunas de las más importantes y señaladas en cada observación de tipo solar:
• Extremar la concentración y sentidos.
• Intentar prescindir del buscador óptico para apuntar al Sol. Utilizaremos la
proyección de la sombra del telescopio en el suelo para apuntar al Sol.
• Realizar la sesión en un entorno donde tengamos algo de sombra, donde
realizaremos los descansos, zona de árboles es un buen lugar.
• Utilizar un equipo adecuado con garantías de fabricación, no juguetes ni
instrumentación muy económica.
• Si la observación la realizamos con niños cerca, prestaremos especial atención
en ellos, intentando evitar “juegos” y los posibles golpes al instrumento,
especialmente cuando se está observando. Los pequeños acompañan mucho
siempre, pero son impredecibles y pueden dar lugar a daños irreversibles.
• No mirar al Sol de forma directa, hay que hacerlo con el ojo un poco cerrado
y de forma lateral si es posible.
• Si se utiliza lamina solar, verificar varias veces el estado de la misma, también
del filtro rígido.
• En el caso de utilizar filtro rígido, una vez montado el filtro con el sistema de
sujeción que traiga, poner otro sistema complementario de sujeción, en caso
de fallar uno, el otro responderá. Se pueden utilizar gomas elásticas, velcro,
pinzas o cualquier otro material que cubra esta finalidad.
Espero que estas líneas te sean de utilidad, un saludo y a disfrutar!!
Autor: David Sáez Lucena
Extra: Construye un filtro solar
Pingback: Construye un filtro solar – Quedadas Estelares Madrid