Luna en cuarto creciente,
sutil trazo de luz
sobre el lienzo del cielo,
paréntesis que cierras
la noche más oscura.
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Luna de Galileo:
Luna rugosa, impura,
tus montañas y cráteres
atesoran un tiempo detenido.
Luna llena que a todos iluminas,
Luna de los pintores, de los músicos,
de los agricultores, los amantes,
los náufragos
los niños,
los suicidas.
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Luna que solo escuchan
los poetas.
Luna toda la noche, irrepetible…
y después
dos, una, cero lunas
poniéndose en el mar.
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Luna de plata.
Luna que a veces juegas con la sombra
de un planeta cansado
de nosotros:
Luna escondida, al fin
Luna de sangre.
Luna de los astrónomos sedientos
de recorrer tu piel.
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Luna que fuiste Gea y fuiste Tea,
nacida de un impacto,
de las rocas del manto,
de anillos enlazándose
en el camino a ti,
Chandra, Selene, Chang’e, Mama Quilla…
Desde entonces, un vals interminable
alrededor del Sol.
![](https://i0.wp.com/quedadn.cluster028.hosting.ovh.net/wp-content/uploads/2020/07/luna-oscar-bcn.jpg?resize=1024%2C683)
Desde entonces su brillo en tu mirada…
y ese lado que callas, los misterios
de aquel cielo sin Tierra.
Luna que fuiste siempre luminoso
objeto del deseo.
A ti llegó Luciano de Samósata,
Dante Alighieri, Kepler,
el Barón de Münchhausen,
Allan Poe, Julio Verne,
Georges Méliès, tantos otros…
Y después las mujeres y los hombres
que supieron soñar junto a sus máquinas:
Luna, Pioneer, Mechta
Ranger, Kosmos, Zond,
Surveyor, Lunar Orbiter,
Explorer… y Apolo.
![](https://i0.wp.com/quedadn.cluster028.hosting.ovh.net/wp-content/uploads/2020/07/luna-jm-llenas-pujalt.jpg?resize=1200%2C1149)
Tras la larga carrera,
en un veinte de julio
de hace cincuenta años
un águila se posa:
polvo,
escalera,
pasos,
astronautas.
Delante de sus ojos
una desolación gris y magnífica.
Luego banderas, rocas,
cuarentenas, discursos y desfiles.
Después volvió el silencio
a ti: sobre tu suelo
doce pares de botas olvidadas.
![](https://i0.wp.com/quedadn.cluster028.hosting.ovh.net/wp-content/uploads/2020/07/luna-pablo.jpg?resize=1200%2C900)
Luna en cuarto menguante:
cuando el terminador
dibuja tus perfiles
te sumerge en la tímida penumbra
de la luz cenicienta
que este punto azul pálido refleja.
Te despides despacio,
hasta llegar a ser
una interrogación
abierta al firmamento.
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Luna nueva:
hoy nos regalas todas las estrellas.
Pero a veces también, en tu camino,
consigues eclipsar
al Sol que nos domina.
Y conviertes el día en la sorpresa,
en frío inesperado,
en súbito silencio de los pájaros.
Luna, Luna, que todos hoy te buscan:
presidentes, mineros o turistas.
Y te hablan de helio-3,
del hielo de tus polos,
de naves orbitándote,
de módulos, de huertos, de ciudades,
del camino hacia Marte…
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Has de estar preparada, bien lo sabes,
porque vuelves a verte
en el punto de mira de un primate
voraz, que te persigue.
Luna a la que llegaron
los tardígrados
y quizá ya te habitan,
esperándonos.
Pronto habrá desembarcos en tus mares,
Luna,
Luna.
Carlos Briones
Bioquímico del CSIC,
divulgador y poeta